Las ciencias sociales y la gestión e investigación de la covid-19

Martes, 22 Diciembre, 2020

Seis asociaciones científicas españolas del ámbito de la Antropología, las Ciencias Políticas, la Geografía, la Comunicación, la Sociología y la Pedagogía han elaborado y difundido el documento “Las ciencias sociales y la gestión e investigación de la COVID-19”. Mediante él reivindican que las Ciencias Sociales estén presentes en la gestión de la pandemia que tantas consecuencias humanas, sociales y políticas tiene. Alberto Corsín, investigador en el Instituto de Lengua, Literatura y Antropología del CSIC, como antropólogo social, ha sido el coordinador del comunicado de protesta para reivindicar el rol de las Ciencias Sociales en esta situación y que ha sido apoyado por varias asociaciones científicas. Ese documento llegó a la Comisión de Área y a través de ellos a la Presidencia del CSIC.  Reproducimos a continuación el texto:

"La declaración del estado de alarma el 14 de marzo de 2020, acompañada de las medidas de confinamiento y control poblacional para la gestión de la crisis ocasionada por la COVID-19, apenas tienen precedentes en la historia reciente de nuestro país y del mundo. La pandemia ha sacudido nuestras sociedades, poniendo al descubierto a las personas más vulnerables y desprotegidas, a la par que llevando al límite las capacidades de respuesta de administraciones, empresas y sociedad civil.Con razón, las miradas y preguntas de nuestros representantes políticos se dirigieron en primera instancia hacia el mundo de las ciencias de la vida y la salud. Especialistas en epidemiología, virología y salud pública tenían las claves de la expansión de la pandemia y su control asistencial, y sus contribuciones fueron fundamentales durante los primeros esfuerzos de contención.

Pero los efectos de la COVID-19 no se limitaron al ámbito clínico o epidemiológico. Desde el primer momento la pandemia demostró la virulencia de su dimensión social: sobre el empleo y el sistema productivo, sobre las geografías formales (renta, movilidad, densidad) e informales (redes de solidaridad) de nuestras ciudades, sobre la gestión de los datos, la gestión hospitalaria, las estructuras familiares, la educación online o los procesos de gobernanza de la administración pública. El mundo que la COVID-19 desplegó ante nuestros ojos resultó ser, desde el primer momento, un mundo social.Llama la atención, por tanto, la relegación y abandono a que han sido sometidas las ciencias sociales desde los órganos de gestión política de la COVID-19.

La convocatoria de proyectos de investigación del Instituto de Salud Carlos III, la única convocatoria del sistema nacional de ciencia que a la fecha ha destinado fondos públicos a la investigación sobre la COVID-19, no seleccionó ningún proyecto de ciencias sociales entre el centenar de proyectos financiados. Dotada de un presupuesto cercano a los 24 millones de euros no puede sino sorprender que no se estimara necesario estudiar las dimensiones y efectos sociales de la pandemia. El olvido para con las ciencias sociales se ha reproducido en otras instancias consultivas y de gestión. La participación de científicos/as sociales en comités u órganos de asesoramiento, en universidades, organismos de investigación o administraciones públicas, ha sido anecdótica cuando no inexistente, y en casi todos los casos atendiendo a razonamientos inexplicados u opacos.

Cuando a principios de agosto un grupo de científicos/as del ámbito de la salud pública y las ciencias biosanitarias solicitaron una auditoría de la gestión de la crisis de la COVID-19 en nuestro país, los ámbitos sobre los que incidieron—gobernanza y sistemas de decisión, cultura científica y capacidades logísticas—señalaban problemáticas consabidas en las ciencias sociales, respecto de las cuales, en algunos casos, llevábamos meses reclamando atención.

Por todo ello, lejos de hacer un simple llamado de atención o cuestionamiento, queremos hacer constar que no hay salida posible a la crisis de la COVID-19 que no incluya los saberes y experiencia de las ciencias sociales.

Necesitamos apoyar urgentemente la investigación en ciencias sociales sobre la COVID-19. Necesitamos incorporar las sensibilidades y perspectivas de estas disciplinas a la gestión política de la pandemia en sus distintos ámbitos territoriales y administrativos (central, autonómico, municipal). Necesitamos escuchar los saberes situados que las ciencias sociales han aprendido a conjugar de la mano de movimientos sociales y comunidades vulnerables. La pandemia está transformando nuestra sociedad. Las investigaciones biomédicas ayudan a salvar vidas. Las investigaciones sociales mantienen vivas nuestras esperanzas y voluntades.

Firmantes: Asociación de Antropología del Estado Español (ASAEE), Asociación Española de Ciencia Política y de la Administración (AECPA), Asociación Española de Geografía (AGE)Asociación Española de Investigación de la Comunicación (AE-IC), Federación Española de Sociología (FES), Sociedad Española de Pedagogía (SEP)

Contactos:Alberto Corsín Jiménez (Coordinación Comunicado), Cristina Sánchez Carretero (Presidenta ASAEE), Arantxa Elizondo (Presidenta AECPA), Jorge Olcina (Presidente AEG), Enrique Bustamante Ramírez (Presidente AE-IC), Manuel Fernández Esquinas (Presidente FES) y Gonzalo Jover (Presidente SEP)."

  • Repercusión en medios:

¿Es posible resolver los problemas de una pandemia sin contar con las ciencias sociales? El País (14/10/2020)

"Algunas personas enferman y otras no, pero los efectos sociales de la crisis los padece todo el mundo" Eldiario.es (12/10/2020)

 

Las ciencias sociales y la gestión e investigación de la covid-19
Dpto. de Antropología
Antropología Social y Cultural